miércoles, 9 de septiembre de 2009

HISTORIA DE EGIPTO



Historia


Orígenes


Los egipcios fueron un pueblo conservador por excelencia, lo que puede también explicar la fase relativamente atrasada en que se detuvo su
religión; además de aceptar divinidades de otras razas, con las que entraron en relaciones hostiles o amistosas, conservaron con celoso cuidado las de las diversas religiones del país.
A los antiguos les atribuyó un origen africano creyendo que venían del Alto Nilo. Se sabe que hoy Etiopía, lejos de colonizar
Egipto, fue colonizada por él, y que el pueblo egipcio desciende del grupo hamita de raza blanca, cuyas tribus poblaron Africa del Norte.
Cabe agregar que los egipcios estuvieron en un
tiempo bajo dominio de los hicsos (grupo asiático) hasta que los gobernadores tebanos del Alto Egipto lograron derrotarlos y expulsarlos (1580 a. C). Se inició entonces un período conocido como Nuevo Imperio, caracterizado por las conquistas militares de Egipto. Posteriormente, Egipto fue conquistada por otros pueblos.
Los egipcios fueron los más notables representantes de la raza camita, una raza africana que constituyó el núcleo de los primeros pueblos mediterráneos, y a la que se le suele asignar la mayor parte de las estirpes y lenguas que no pertenecen a las 2 grandes familias : la indoeuropea y la semita. Camita son, el copto, derivado directamente del egipcio el
grupo de lenguas berberiscas, que todavía se habla en el Africa Septentrional, y la raza "kushita" que comprende, entre otros, el somalí, el gala y el dankali; al tronco camita parece corresponder, además, pueblos como los egeos de la civilización minoica de Creta; los vascos de España, los drávidas de la India, y algunas razas de la Polinesia.
En cuanto a los egipcios, en siglos pasados se les propuso originarios de una región llamada Punt, situada probablemente a lo largo de la costa Somalí. Estos antiquísimos Punistas procedentes del sur africano y convertidos en indígenas de las orillas del Nilo, habrían sido después sometidos por invasores septentrionales, portadores de una civilización más elevada que produjo el nacimiento de las dinastías.
En el curso del río se basa la posterior subdivisión del país en Alto Egipto (Tebaida), Medio Egipto (Heptanomida) y Bajo Egipto (Delta) con esta división se corresponden los tres grandes períodos históricos : Memfita, Tebano y Saíta, entre los cuales se distribuyen treinta y tres dinastías de faraones.
Sin el Nilo, todo el territorio egipcio sería un desierto árido e inculto. Es este río el que trae de lejanas regiones, en las que las precipitaciones son muy copiosas,
el agua que permite junto a sus riberas los cultivos y la vida. Estas aguas a veces se desbordan originando las periódicas crecidas que obligan a los campesinos a un largo lapso de inactividad aunque aveces resultan insuficientes, sobre todo en las tierras distantes del curso del río.
Las pérdidas sufridas en la zona pantanosa y la carencia de afluentes en esta región árida comprometería quizá la existencia misma del río en el larguísimo recorrido medio e inferior, y el Nilo se agotaría a través de los miles de kilómetros de desierto que se interpone antes de alcanzar el mar.
El régimen hidrográfico del río Nilo se caracteriza por 2 crecidas anuales que se producen en verano de modo poco regular, por lo menos en su curso medio y bajo. El nivel del río comienza a subir en junio y alcanza su máximo en septiembre, para descender después gradualmente, hasta alcanzar su nivel más bajo entre febrero y junio. Las crecidas del Nilo se deben a la abundante aporte de sus 2 afluentes de la derecha, el Nilo Azul y el Atbara. En la crecida estival máxima del Nilo, ésta procede aproximadamente en un 80% del Nilo Azul, en un 15% del Atbara y sólo en un 5% del Nilo Blanco. El aporte invernal aveces es debido en gran parte al Nilo Blanco. Por ello, la prosperidad de Egipto depende de la crecida anual del Nilo que, al inundar una prolongada faja a lo largo de sus orillas las riega y fertiliza, depositando sobre ellas una sutil capa de limo.
El
clima de Egipto es de tipo desértico mitigado únicamente el la costa mediterránea. Se caracteriza por la extrema escasez o incluso la falta absoluta de lluvias, por un cielo sereno durante largos espacios de tiempo, por temperaturas elevadas todo el año.
Durante varios siglos, el Alto Egipto afirma su unidad frente a la rebeldía del Delta, que se ha desarrollado completamente como una
sociedad agrícola con artesanías y ciudades. El Alto Egipto mantiene su personalidad frente a los nubios del sur, los libios del oeste y los beduinos del desierto del este y de la península del Sinaí.
Se citan 3 reyes, llamados Escorpión, Narmer y Horus, como los unificadores de Egipto.
Egipto aparece precisamente como el "Reino de los 2 países" El Alto y el Bajo y su rey es una divinidad. Esta vive en el rey como en la
imagen o en el animal sagrado; al morir el rey pasa a su sucesor. El rey es la encarnación de Horus, y tal concepción reposa en ideas bien vivas sobre la función religiosa del jefe de la horda primitiva. En las 2 coronas, la blanca y en forma de alto gorro o tiara del Alto Egipto y la roja baja gorra del Bajo, se resume la hazaña cultural de la unificación del país y la creación de una entidad de importancia política antes nunca conocida.
De las 5 dinastías que
la ciencia moderna asigna al primer periodo de la historia egipcia, o sea, el llamado Imperio Antiguo, que durante las 2 primeras dinastías "tanitas" tuvo la capital en Tanis, y de la tercera en adelante, en Menfis, solamente la cuarta comienza a alcanzar relieve gracias a la "Piedra de Palermo", que nos revela algunas particularidades acerca del reinado de su fundador y gracias también a las 3 grandes pirámides erigidas en Gizeh.
Con la misma dinastía, comenzó un período intermedio de trastornos internos que duro hasta la XI dinastía; en la actualidad al Imperio Medio se le asigna solamente las dinastías XI y XII. Siguió un segundo período intermedio que coincide con la presencia en el Delta de los hycsos, semitas invasores; después comienza la triunfante ascensión del Imperio Nuevo. En el último período, de decadencia y trastornos, el centro de la vida social, oficial y
cultura se traslado hacia el Bajo Egipto; fueron capitales alternativamente, Tanis, Sais, Mendes, Sebenytos. A una dinastía de reyes sacerdotes y a 2 dinastías libias, siguió una etíope; después una nacional, que señaló un renacimiento espiritual y literario; tras el paréntesis que significo la dominación persa, reinaron en menos de un siglo las 3 últimas dinastías de faraones. La conquista por parte de Alejandro Magno, la dinastía de los Ptolomeos, la ocupación romana, la invasión árabe, son los principales hechos políticos que llevaron al gradual debilitamiento y extinción de todo lo egipcio.
Cultura egipcia
La
historia del Egipto Antiguo se divide en 3 imperios con intervalos de dominación extranjera y guerras internas. El Imperio Antiguo se caracterizó por el florecimiento de las artes y la construcción de las pirámides. Durante el Imperio Medio (2050-1800 a. C), tras una etapa de decadencia, Egipto conoció un período de esplendor en su economía, literatura y artes. En el Imperio Nuevo (1567-1085 a. C.) el país alcanzó su edad dorada conquistando a los pueblos vecinos y expandiendo su territorio bajo la dirección de los faraones de la XVIII dinastía.
La decadencia del imperio se dio hacia 1075 a. C., a raíz de las diversas invasiones de otros pueblos, las cuales modificaron la división y extensión del territorio de Egipto.
Egipto antiguo.
El período que solemos denominar "Antiguo Egipto" es la época en que fue gobernado por los faraones, a partir del año 3000 a. C.
En el Valle del Nilo se desarrolló una de las primeras grandes civilizaciones agrícolas de la antigüedad. El estrecho valle del río, en el área regada y fertilizada por sus crecidas, ofreció un medio extraordinariamente propicio para el
desarrollo de una agricultura intensiva; pero al mismo tiempo obligó a una elevada organización del trabajo. La unidad básica y natural fue el "Nomo" , o pequeña provincia formada alrededor de los núcleos de población del valle y gobernada por miembros de la nobleza, pero la explotación nacional del país exigió la cooperación entre estos nomos, dificultada por las grandes distancias y la ausencia de buenas calzadas.
La elevada
densidad de población provocaba grandes crisis de subsistencias (hambre, enfermedades, entre otros) en el caso de una desorganización o decadencia del sistema de regadíos. Los productos básicos fueron el trigo (pan), la cebada (cerveza) y los animales domésticos. En los momentos de unidad y tranquilidad, la enorme cantidad de impuestos y prestaciones personales que pesaban sobre los campesinos trabajadores de la tierra, permitió a las clases propietarias de las mismas (faraón, clero, nobleza) acumular grandes capitales, que improductivamente invertidos en templos y tumbas, no contribuyeron al desarrollo de nuevas técnicas de producción o de uso agrícola, bastante primitivo; la situación económica y social pudo así mantenerse durante milenios, apoyada además en la ideología oficial que da un fundamento religioso a la existencia de las diferentes clases sociales.
El valle no fue poblado durante el paleolítico, ya que los yacimientos de este periodo se encuentran en los límites del desierto. Durante el neolítico, poblaciones procedentes del este y del noroeste iniciaron la explotación de las posibilidades agrícolas del valle. El estudio de sus enterramiento ha permitido la clasificación de varias culturas que conocían la cerámica y
el trabajo de la piedra dura, y algunas de las cuales practicaban el culto de los animales; en este período se formaron los nomos, por la cooperación entre las pequeñas comunidades locales.
El llamado Imperio Antiguo fue un período de gran centralización del
poder en la persona del faraón, auxiliado por una complicada burocracia y controlada por sus más directos familiares. El comercio exterior fue también considerado empresa estatal; importación de madera de Biblos, para vigas y barras; de incencio y mirra de Punt, en la costa somalí y de oro, ébano y marfil de Nubia, realizada a cambio del trigo egipcio o por medio de expediciones militares. Los artesanos llegaron ha alcanzar gran habilidad técnica, especialmente el la cerámica y el trabajo de la piedra dura y sus oficios se hicieron hereditarios. El mantenimiento del aparato estatal y del culto mortuorio del faraón representó una enorme presión fiscal sobre los trabajadores agrícolas. La VI dinastía acabó con la autonomía de las ciudades en el norte. Los gobernadores provisionales del sur se independizaron, lo que dio paso al llamado primer período intermedio durante el que se registró el establecimiento de asiáticos en el delta. La reorganización de la administración tuvo como consecuencia un aumento general de la producción, la influencia egipcia se extendió a Siria y a Nubia.
El nuevo período intermedio se vio caracterizado por el establecimiento en el delta de las tribus asiáticas de los hicsos procedentes de Palestina, que adoptaron las costumbres egipcias, fundaron la XV y XVI dinastías y desde su
capital, Avaris, extendieron su dominio a la casi totalidad del territorio egipcio, con excepción de Nubia y Tebas. Donde la XVII dinastía se había mantenido independiente . La conquista de Avaris señaló el inicio del Imperio Nuevo, durante el cual Egipto, por razones tanto comerciales como de seguridad, llevó a cabo una clara política imperialista respecto a Siria y Palestina e intensificó sus relaciones dentro del ámbito mediterráneo.
La egiptología
Sólo a
principios del siglo XIX se constituye la ciencia de las antigüedades egipcias. Hasta entonces, los jeroglíficos o caracteres sagrados, grabados en la piedra de los monumentos, habían permanecido indescifrables, así como la escritura cursiva (hierática) empleada en los papiros. El descubrimiento de la "piedra de Rosetta" hecho por un oficial del ejército de Napoleón fue el punto de partida de los otros dos descubrimientos posteriores.
Sobre esta piedra estaba grabado en dos lenguas, griega y egipcia y en tres escrituras, griega, demótica (derivada de la
escritura hierática) y jeroglífica. Lo que en esta piedra se decía era un decreto de Ptolomeo fechado en 196 a. C. El francés Campollion, partiendo de esta inscripción, fue el primero en descifrar el enigma que habían significado hasta entonces los jeroglíficos y hacer un diccionario jeroglífico y una gramática egipcia.
Dividiremos en tres períodos la
historia del antiguo Egipto:
5000 a 2500 aproximadamente 1a. a Xa. dinastía. Período menfita. Durante este período, la
capital, o al menos una de las principales ciudades, fue Menfis en el Bajo Egipto.
Ignoramos casi todo de los soberanos de las tres primeras dinastías. Se sabe que la unificación de Egipto se realizó gracias a ellos, y que sometieron paulatinamente a los jefes de las provincias, o nomos, reduciéndolos al
papel de grandes dignatarios de la Corte, fundando así la nación egipcia.
Tres reyes de la IVa. dinastía, Kéops, Kefrén y Micerinos, particularmente ilustres, construyeron las tres famosas pirámides de Gizeh cuyas masa colosales se yerguen aún a orillas del desierto líbico. Por esta época, los egipcios estaban en
guerra con los semitas de Arabia.
2500 a1100 XIa. a XXa. dinastía. Período tebano. Cuando la realeza menfita se debilitó, el país se disgrego, y los principales del Alto Egipto tomaron el
poder, haciendo de Tebas la nueva capital. Comenzó así el primer imperio tebano o imperio medio. Egipto volvió a ser poderoso y próspero, extendió sus fronteras, ocupando nuevamente Nubia al sur, rica en oro, y al nordeste la península de Sinaí, rica en cobre. Los reyes de la XIIa. dinastía favorecieron las ciudades del norte. Uno de ellos, Amenemhat II ordenó ahondar el lago Meris, destinado a regularizar las aguas del Nilo.
Hacia el año 2000 Egipto fue asaltado por los hicsos, pastores nómadas probablemente semitas, venidos de
Asia, quienes luego de haberles sometidos a pillajes se instalaron como señores. Fueron arrojados a Palestina por Amosís I, el libertador, fundador de la, XVIIIa. dinastía. Comienza entonces, hacia 1600, el nuevo imperio tebano, abriéndose para Egipto, con la XVIIIa. y la XIXa. dinastías, una era de prosperidad material y de civilización brillante. Se desarrolla el comercio; se abre un gran canal que comunica el Nilo con el Rojo, se restauran los templos. Grandiosas construcciones celebran en Karnak y en Luxsor al todopoderoso Amón, la gran divinidad tebana; el Valle de los reyes se puebla de numerosas tumbas subterráneas en la que los faraones más ilustres, Tutmosis III, Seti y, Ramses II reposaran durante milenios al abrigo de curiosidades sacrílegas.
El relato de sus expediciones está grabado en los muros de los templos de Karnak . Tutmosis III y Ramses II, grandes conquistadores, sometieron palestina y Siria (toma de Mageddo Cadesh, Karkemish). Se enfrentaron al poderoso reino Hitita, al que Egipto debió ceder Siria del norte. En el sur, la colonización egipcia se extendió más halla de la sexta catarata
1100 a 525. XX!a. a XXXa. dinastía. Período Saita. Vino una larga serie de
conflictos y de divisiones que entregaron a Egipto en manos de los, libios, etíopes y asirios (siglo VII). Sin embargo, aún se sobrepuso una vez más y fue liberado de la ocupación saita por un príncipe de Sais, del Bajo Egipto, Psamético III, quien fundó la XXVI dinastía (hacia 655). El comercio recobró su prosperidad; los edificios religiosos se reconstruyeron; el faraón Enkao trató de poner nuevamente en uso el canal del Nilo al mar Rojo; formó una marina y equipó una flota que, con marinos fenicios, habría dado en tres años, según la tradición, la vuelta a África, a la cabeza de los ejércitos egipcios, atravesó Siria, pero se enfrentó al rey de Babilonia, Nabucodonosor, quien le infligió una derrota (604).
Egipto está agotado. Su último rey nacional, Amasis, asustado del creciente
poder de los persas, busca el apoyo de los griegos, quienes fundan la ciudad de Naucratis, en el delta, y, después, de los lidios y los caldeos. Finalmente, bajo Psámetico III, el rey persa Cambises invade a Egipto y lo reduce a provincia del imperio persa (525). Comienza entonces la larga historia de dominaciones extranjera que padeció Egipto hasta el año de 1922.